Entrevista al Lic. Alejando Fernandez
Mi nombre es Alejandro Fernández, egresé de la Licenciatura de Informática en el año 1999. Cursando la mitad de la carrera, me di cuenta que me interesaba la investigación y la docencia. Me inicié como pasante en el Laboratorio de Investigación y Formación en Informática Avanzada (LIFIA) para luego aportar como colaborador y ayudante en asignaturas relacionadas con la investigación.
En ese tiempo, tuve la suerte de poder viajar a conferencias en el exterior, lo que me permitió entrar en contacto con referentes de la disciplina y con jóvenes investigadores de otros países. Cuando terminé la Licenciatura, me mudé a Alemania para continuar con mis estudios doctorales. Estuve cuatro años, y a mi regreso pude reincorporarme a la Facultad de Informática y al LIFIA para continuar mi desarrollo como docente e investigador. Desde ese lugar, participé en proyectos de transferencia de tecnología y de capacitación a empresas y organismos del Estado, lo que resultó muy enriquecedor.
Actualmente, estoy trabajando varios proyectos de investigación en el Centro de Investigación LIFIA de la Facultad. Uno de ellos es en colaboración con gente de la Facultad de Agronomía, y con universidades y centros de investigación de Chile, España, Francia, Inglaterra, Italia y Polonia. A su vez, estoy en las cátedras de Orientación a Objetos 1, Orientación a Objetos 2, Tecnologías de la Web Social Semántica, y otras del programa de doctorado.
Me parece muy interesante no perder el vínculo con la Facultad una vez egresado. La Universidad es el espacio natural de generación de nuevo conocimiento, que constantemente se incorpora en sus ofertas de formación. Sus egresados , insertos en la comunidad científica y en la industria, son quienes pueden ayudar a identificar nuevas oportunidades, necesidades y desafíos. Para el egresado, la Facultad es un espacio dónde puede satisfacer sus necesidades de formación (que en nuestra disciplina es constante) y un punto de contacto con los nuevos avances de la disciplina y con una amplia red de profesionales.
Cuando uno recién inicia, suele tomarse el estudio como un compromiso contraído con alguien más: «estudio porque tengo que estudiar, estudio porque otro me evalúa». Creo que es importante entender que uno lo hace para uno mismo; para tener más y mejores oportunidades. Seguramente habrá asignaturas que nos gusten más que otras, pero es importante entender que cuanto más pongamos, más nos llevamos.
Cuando uno está a mitad de camino, tiene un conjunto de herramientas que le permiten comenzar a evaluar ofertas de trabajo. Eso es muy bueno, en especial en tiempos difíciles. Sin embargo, incorporarse temprano al mercado laboral no debería desviar nuestro foco. Si bien algunas de las herramientas que uno necesita para los primeros trabajos se adquieren al principio de la carrera, es la carrera en su conjunto la que da las bases para obtener la independencia que un profesional necesita. Ojo con descuidar las asignaturas «básicas» (como las matemáticas, la teoría de la computación, etc.), dado que éstas son la clave para adaptarse rápidamente a cambios disruptivos en la disciplina (como hoy serían el procesamiento de lenguaje natural, la conducción autónoma de vehículos, etc.).
Además, algo que considero fundamental para cuando uno es estudiante, es hacer muchos amigos (de esos con los que se puede charlar por horas sin parar) y construir una buena red de contactos. Los compañeros de aula de hoy, son los nuestros aliados, asesores, clientes, y competidores del futuro. Una buena red de contactos resultará clave para nuestro desarrollo profesional. Y mantenerse en contacto con la Facultad luego de graduarse alimentará esa red.
Contacto en Twitter: @cascosoft